En cualquier lugar en el que no hay que preocuparse por resfriarse después de bailar bajo la lluvia, por salir herido después de haber amado, o por aguantar ese dolor de cabeza después de una noche de fiesta.

No tengas miedo a la tormenta, solo tienes que aprender a bailar bajo la lluvia.

sábado, 2 de julio de 2011

Una larga vida con risas, lagrimas, abrazos, confesiones, silencios, impulsos y a veces parece que el tiempo no hubiera pasado.
El porvenir todavia se extiende hasta el infinto.

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