En cualquier lugar en el que no hay que preocuparse por resfriarse después de bailar bajo la lluvia, por salir herido después de haber amado, o por aguantar ese dolor de cabeza después de una noche de fiesta.

No tengas miedo a la tormenta, solo tienes que aprender a bailar bajo la lluvia.

viernes, 1 de julio de 2011

Son pequeños los detalles que alteran el rumbo de nuestras vidas. Por ejemplo un ‘te quiero’, un ‘te quiero’ de esa persona que jamás te mira, pero que un día te dice que te quiere por el simple hecho de que ha querido, entonces tu sonrisa cambia, y tu mirada brilla. O por lo menos eso me ocurre a mi, quizá sea cariñosa en exceso y eso no sea bueno porque vivimos en una sociedad en las que las personas ocultan sus sentimientos por miedo a que otras les critiquen. Yo no soy así, procuro decir lo que siento cuando debo decirlo, y a veces intento cambiar mis sentimientos hacia algunas personas aunque no puedo.

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