En cualquier lugar en el que no hay que preocuparse por resfriarse después de bailar bajo la lluvia, por salir herido después de haber amado, o por aguantar ese dolor de cabeza después de una noche de fiesta.

No tengas miedo a la tormenta, solo tienes que aprender a bailar bajo la lluvia.

sábado, 2 de julio de 2011

Pequeños detalles son los que cambian el rumbo de nuestras vidas

-Le diré algo... siga recto tres calles más, ... gire a la derecha, recto dos calles más... y desembarcas al chico ahí en la siguiente esquina.
-¿Qué hay ahí?
-No lo sé todavía, pero ya es algún lugar... y determinará el curso del resto de tu vida.

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